Retención del 2% de la DGAC: Impacto, Beneficios y Desafíos para Proveedores
- Bidder
- 2 dic 2024
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Actualizado: 10 abr

La Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) aplica una retención del 2% sobre las facturas pagadas a sus proveedores, en cumplimiento del artículo 37 de la Ley N° 16.752. Este porcentaje se destina a financiar la atención médica de sus funcionarios, garantizando la sostenibilidad de estos beneficios internos. Sin embargo, esta política también genera impactos y desafíos para las empresas proveedoras.
El Servicio de Impuestos Internos (SII) ha señalado que esta retención es deducible como gasto necesario para producir la renta, según el artículo 31 N° 2 de la Ley sobre Impuesto a la Renta. Esto permite a los proveedores reducir su base imponible en la declaración de impuestos, siempre que registren adecuadamente el gasto en su contabilidad, una ventaja significativa desde el punto de vista tributario.
No obstante, algunos proveedores podrían optar por no venderle a la DGAC debido a esta condición. Factores como el impacto en la liquidez, la percepción de rentabilidad limitada y la carga administrativa asociada al registro de la retención pueden llevar a ciertas empresas, especialmente las de menor tamaño, a priorizar clientes que no impliquen este tipo de deducciones.
A pesar de estos desafíos, la relación con la DGAC también ofrece ventajas. La institución, como entidad pública, representa un cliente confiable con pagos garantizados, lo que puede compensar el impacto de la retención. Además, las compras significativas que realiza la DGAC pueden ser atractivas para proveedores que buscan aumentar su volumen de ventas.
Para mitigar la resistencia de los proveedores, es clave adoptar estrategias como la negociación de precios ajustados que consideren la retención, asegurar procesos de pago rápidos y eficientes, y capacitar a las empresas sobre cómo registrar correctamente este gasto deducible. Estas medidas pueden ayudar a fortalecer la relación comercial entre las partes.
La retención del 2% de la DGAC plantea un equilibrio entre los beneficios internos de la institución y los desafíos para los proveedores. Con una planificación financiera adecuada y estrategias que reduzcan su impacto, esta política puede mantenerse sin comprometer las relaciones comerciales clave.